Reseña por Gabriel Quintana
Causas
sociales y políticas del Romanticismo
El progreso desde
finales de la Edad Media se basaba en una concepción de la economía
como capitalista: separación del capital del trabajo así como la
organización comercial de la producción de mercancías. Pero es a
finales del siglo XVIII donde la racionalización y mecanización de
la producción de mercancías entra ahora en una fase decisiva de
desarrollo, en la que el pasado se liquida completamente.
El abismo entre el
capital y el trabajo se hace insalvable y del poder del capital, por
un lado, y la opresión y la miseria de la clase trabajadora, por
otro, alcanzan un grado tal que hacen cambiar toda atmósfera de la
vida de la época. Por viejos que sean los comienzos de esta
evolución, a fines del siglo XVIII surge un nuevo mundo.
Comienza la “Edad
Moderna”, la era de las máquinas.