Soneto XXIII
En
tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende al corazón y lo refrena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre.
RENACIMIENTO
(Del
italiano Rinascimento,
“nuevo nacimiento de la cultura clásica”.)
Movimiento
cultural que abarca desde la liquidación del gótico hasta el
surgimiento del barroco.
Es
una revolución cultural, no hay coincidencia cronológica ni una
ideología similar en todos los países de Europa, pero sí factores
económicos, sociales y científicos coincidentes.
Es el momento de
la economía urbana, el dinero se constituye en un factor de cambio,
frente a la colectividad medieval (gremios, cofradías, etc.) se
desarrolla la individualidad. Se producen descubrimientos científicos
y técnicos (sistema copernicano, avances en la anatomía y cirugía,
etc.), nace la ciencia moderna y, con ella, la secularización de
la vida. Los avances científicos permiten descubrimientos
geográficos, es la época del descubrimiento de América, de la
invención de la imprenta (la difusión del libro va a ser mayor,
pero todavía sigue siendo privilegio de unos pocos pues únicamente
los sectores más pudientes tienen acceso a ellos, la mayoría de la
población es analfabeta. En el siglo XVI todavía la literatura
tiene que seguir difundiéndose de forma oral; a medida que avanza el
Renacimiento aumenta la interferencia estatal en la impresión y
difusión de los libros, y la censura será un hecho innegable). El
clérigo cede el paso al aristócrata que se convierte en mecenas de
la cultura, el hombre culto es aquel que sabe latín, griego, etc.
Las universidades se revitalizan, se erigen nuevas como la de Alcalá
de Henares, en ellas se deja a un lado el trivium
y el quatrivium
medieval y se otorga especial importancia a los estudios
lingüísticos: es un período en el que se valoran las lenguas
vulgares. Desde el punto de vista político asistimos a una etapa de
centralismo, de creación de nacionalidades, aunque, curiosamente, en
Italia no se produce este fenómeno.
Los
rasgos característicos del Renacimiento son la vuelta al mundo
clásico, griego y romano. Italia se convierte en el principal foco
de atracción; allí acuden escritores que importarán el
renacimiento teatral italiano a España. La vuelta a los autores
clásicos (Virgilio. Cicerón, Horacio, etc.) no implica copia sino
imitación, se deja al autor la posibilidad de crear de algo
original. El mundo clásico aporta la presencia de temas mitológicos
muchas veces como mero pretexto para expresar la belleza más como
auténtico paganismo. El platonismo aflora, despunta el
neoplatonismo; la Naturaleza va a cobrar especial importancia, la
literatura descubre el paisaje, en el resto de las manifestaciones
artísticas (pintura, escultura) su papel fundamental. La
secularización de la vida, la separación del mundo natural del
sobrenatural, trae consigo el antropocentrismo (el hombre se
convierte en el centro del universo, debido, en gran parte, también
al Humanismo) que sustituye al teocentrismo medieval. Dios queda
alejado del hombre pero al mismo tiempo más cerca pues la
religiosidad se hace más individual e intimista; es una época de
crisis espiritual en la Iglesia, las figuras del momento son Erasmo,
Lutero y Calvino.
La
crítica ha discutido mucho si en España ha habido Renacimiento,
algunos estudiosos lo han puesto en duda pues parte de considerar el
Renacimiento como una ruptura con el mundo medieval y una
paganización de la vida, otros, en cambio, han recalcado la
originalidad del Renacimiento español pues supone precisamente la
fusión de la tradición medieval con las aportaciones europeas. El
Renacimiento español cristianiza la antigüedad, pues
armoniza la tradición religiosa con el humanismo pagano.
En
el Renacimiento español hay que tomar en cuenta dos momentos: 1) El
del reinado de Carlos V en el que la lírica profana alcanza su
máxima plenitud con Garcilaso (los temas y las formas llegan de
Italia como el endecasílabo, el soneto, la lira, los tercetos,
etcétera). 2) El del reinado de Felipe II en el que adquiere auge la
literatura religiosa, en especial, la mística y la ascética.
En
el Renacimiento español se tiene presentes temas que empiezan en la
Edad Media como el amor cortés, el petrarquismo, los ideales
caballerescos de la corte de Borgoña que explican el apogeo de la
novela de caballerías y la presencia de lo popular (lírica popular y
romancero). Además de nacionalizar temas extranjeros (Garcilaso
impone su sello a la égloga virgiliana, las novelas pastoriles que
se localizarán
en la geografía española, lo mismo ocurre con la épica, etc.
Por
otra parte, en España se desarrollan formas literarias que adquieren
gran difusión en Europa como la literatura de la conquista de
América, la literatura picaresca, la ascética y la mística
que, aunque recogen influencias de Borgoña e Italia, adopta un
aspecto nuevo y va a dejar sentir su influencia en América.
Extracto del Dicc. de términos literarios de Ayuso, García y Solano
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